El encanto de la guindilla queda encerrado sobretodo en el misterio de su picor, que junto con su calor, enciende todo el rostro como si de un fuerte sentimiento se tratase. Este resplandor misterioso se irradia hasta el cerebro, dilata las venas y aumenta los latidos cardíacos. Todo ello ha suscitado la fantasía popular que acerca la imagen de la guindilla a la pasión y al amor.

“A mí me encanta y me gusta sobretodo una de las muchas variedades de la guindilla: Habanero. Prefiero consumirla fresca, rallada sobre los platos, para degustar plenamente sus aromas afrutados y especiados característicos de este fruto muy picante. No os voy a omitir, que a menudo cautivado por el deseo, exagero y como en demasía, olvidándome de sus efectos colaterales que llegan abrumadores con los consecuentes ardores de estómago.”

Eliminar los efectos no deseados de la guindilla Habanero tratando de conservar en el mayor grado posible las características organolécticas del fruto fresco.

Empecé con el concepto que en la naturaleza, todo aquello que está vivo, poco a poco, se transforma y la idea de lo bueno y lo malo depende de cómo viene dirigida dicha transformación. Por ejemplo, la uva se transforma en vino no solo por el proceso de fermentación alcohólica, sino también gracias a interacciones complejas de levaduras, hongos, bacterias lácticas, acéticas y otras.

De ahí, la idea de realizar un producto con ingredientes frescos y genuinos, fermentado en la bodega, respetando con paciencia los tiempos de la naturaleza.

En la tradición toscana, el Aceite de Oliva Extra Virgen es considerado un bien precioso que hay que resguardar y conservar con mimo en jarros en las bodegas frescas y resguardados de la luz. Desde siempre está a la base de nuestra cocina, compuesta por pocos elementos sencillos, esenciales y de gran calidad.

Como buen toscano, pensé que lo ideal sería conseguir transferir el sabor, el perfume y el picor de la guindilla Habanero al Aceite de Oliva Extra Virgen eliminando las escorias.

Así, llevado por la pasión pero arraigado en la tradición, me he comprometido a llevar a cabo este desafío consiguiendo un producto conservable y utilizable durante todo el año de forma práctica y rápida.

Tras algunos años, animado por los resultados, decidí someter a análisis el proceso productivo que había experimentado con dificultad pero del cual estaba convencido de su exactitud.

Varios técnicos cualificados de un laboratorio, acreditado para el control de procesos de producción alimentaria, estuvieron validando durante meses toda la elaboración  con análisis precisos.

Se ha tratado de un trabajo muy largo, apasionante y creativo, con momentos exaltantes y también con desilusiones terribles.

Entusiasmado por los resultados y animado por mis amigos, que ya apreciaban el sabor particular de mi aceite picante, decidí empezar a producirlo y llamarlo “FOHO FIORENTINO O FUEGO FLORENTINO” en honor a mi cuidad.

Foho Fiorentino o Fuego Florentino
Condimento aromático picante a base de aceite de Oliva Extra Virgen y guindilla
fresca Habanero.

Características
Producto artesanal obtenido por fermentación de ingredientes frescos.

Ingredientes
Aceite de Oliva Extra Virgen
Guindillas frescas Habanero frescas 14%, pimiento fresco, ajo fresco, zumo de limón, sal y especias.

Fermentación
30 días

Maduración
En la bodega, 120 días

PH
4, 4

Escala de Scoville
50.000

Producción
4000 botellas

Salida
Febrero 2017

Información nutricional
Energía: Kcal 891/KJ 3667
Grasas 99, de las cuales saturadas 15,3
Hidratos de carbono: 0,19 de los cuales azúcares: 0,01
Proteínas 0
Sal 0
Una pulverización: 1,7Kcal